Puede que cerrado tenga la apariencia de un
neceser de maquillaje más, pero cuenta con un mecanismo que permite abrirlo por completo, para tener todo a mano en un segundo mientras nos maquillamos —a nosotras también nos pasa, y también detestamos, no ser capaces de encontrar lo que buscamos en el interior de nuestra
bolsa de maquillaje—. Cuando terminas tan solo hay que cerrarlo tirando de unas cuerdas colocadas en ambos laterales y colocar la tapa, que dispone de un cierre de velcro, y a la maleta de nuevo.
Una de las características que ha llamado nuestra atención han sido los dos bolsitos con cremallera con los que cuenta en su interior, porque son perfectos para esas sombras de maquillaje o colores rebeldes que siempre están dando vueltas dentro del neceser, con el consiguiente riesgo de abrirse y romperse.